Le ha llevado años de entrenamiento, pero finalmente ha aprendido el truco ninja de bajar los pantalones a su rival en un salto y que enseñe el culete a la afición.
Madre mía,estos dos jugadores de la selección brasileña parecen chungos de barrio recién salidos de una favela intentando agredir a su rival, aunque me parece que en realidad es todo una ilusión óptica.