Pues con la cacafuti de partido que hizo en la final contra la Champions y la forma totalmente innecesaria de celebrar el penalty algún abucheo le tendría que haber caído…
Ooohh, el vídeo no apto para diabéticos del día es el de Rooney cogiendo en brazos y dando un beso a su hijo pequeñod espués de un entrenamiento. ¡Qué cuqui!