Tiene que tener la boca llena de sapos y culebras para que el árbitro agreda a Tata Martino cuando éste solo ha utilizado palabras. Bien, bien, un piquito de oro.
Después de Piqué, ahora las caras divertidas de Phil Jones conquistan el mundo. En la imagen vemos a Shinji Kagawa, futbolista de la selección de Japón en un partido ante Bulgaria. Vaya jepeto, tío.