Ahora los árbitros hacen entradas y faltas a los jugadores. EL mundo está del revés, ¡el mundo está loco! Ocurrió en un encuentro amistoso entre el Zenit y el Shakhtar. Pues vale.
A ver, Davide Santo, aunque lleven los mismos colores, es el guardia de seguridad del estadio, no un jugador del equipo rival, así que la segada te la podrías haber ahorrado. Fail!