Messi ayer en el banquillo era todo un poema: primero tranquilo, aunque con cara de no comprender nada. Después se mordía las uñas, después, no sabía cómo sentarse ni en qué posición ponerse. Por encontró algo qué hacer…
Parece ser que Lennon, asistente del entrenador del Celtic, el partido le pareció aburrido y se echó una siesta en el banquillo. ¡Qué falta de profesionalidad!