Madre mía, qué pesadilla jugar al fútbol con esos balones de plástico que hasta estaban ahuevados. Solo cosyaban 100 pesetas pero no merecía la pena, ¡no la merecía!
Mario Gómez, Mario Mandžukić y Mario Götze… lo va a tener complicado Pep Guardiola el año que viene para entenderse. Pues nada, ¡a aprenderse los apellidos!