La acción interesante empieza a partir del segundo 18 del vídeo. Atentos al señor con mochila en la mano, entendemos que es el masajista del equipo. Ni corto ni perezoso, entra en el terreno de juego y corta un balón que podía ser gol, convertido, espontáneamente, en el defensa del equipo. Qué grande y qué loco. Esta divertida acción ocurrió en el partido entre el Coxim y el Ponta Porã, en Brasil.
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