Pepe, que ni siquiera staba convocado y pasaba por allí, lió un pollo de los gordos peleándose con Simeone y Diego Costa se une al fregao lanzando un puñito que nunca llegó a su destinatario. Bastante almentable todo.
Que momento de iluminación extrema tuvieron los productores de televisión cuando decidieron que, a partir de un momento, las periodistas de deporte fuesen chicas cañón. Ahora el gallinero está revolucionado con Inés Sainz, una periodista mexicana que entrevistó a Messi en Barcelona.