Por la foto, no se sabe si Branislav Ivanovic, del Chelsea, está mordiendo James Mccarhy, del Everton, o le está dando un beso reconfortante en el hombro…
Parece ser que Luis Suárez, cuando tiene hambre, le entra la vena Hannibal El Caníbal y muerde a sus rivales. Esta no es la primera vez que le arrea un mordisco a uno. La víctima esta vez fue Ivanovic. Vaya telita.