Por la foto, no se sabe si Branislav Ivanovic, del Chelsea, está mordiendo James Mccarhy, del Everton, o le está dando un beso reconfortante en el hombro…
En el partido irlandés – gaélico de ayer se volvió a ver un nuevo tipo de agresión en el fútbol, el rollito de Suárez: morder al oponente, Esperemos que no se la droja caníbal esa, ¿eh?
Bornescu, portero del Petrolul, no tuvo otra cosa que hacer que morder a un oponente. Cuidado, que es de Rumanía, no vaya a ser descendiente del Conde Drácula de Transilvania…