Si juntas el campo de fútbol polaco que parecía una piscina, con los aficionados aburridos que decidieron invadir el terreno de juego y la canción de los vigilantes de la playa, te sale una mezcla épica.
Si te vas a tirar en la piscina, que sea controlando el balón de cabeza en una barbacoa en el jardín de tu casa y que acabes en la piscina, like a boss.