Ese Ivan Novoseltsev que tiene el valor de pedir matrimonio a su novia delante de todos sus compis, toda su afición (unas 200 personas en la grada, ojo ahí). ¡Menos mal que dijo que sí!
Así son los cracks, que en vez de dejar que el mejor tatuador del mundo les haga un tatuaje, ¡se los hacen a él! Esto pasó: Messi cogió la máquina de tatuar y le tatuó el número 10 en la muñeca a un famoso tatuador, Roberto López. El mundo al revés.