A Messi le dijeron que podía ser cualquier cosa… así que tomó muchas «vitaminas», se convirtió en jugador del Barça, luego en Jesucristo, luego en Dios y finalmente en Supermán.
Cuiadín con Staale Solbakken, el autor de este bonito agujero. No pudo soportar que el Brihgton empatara al Wolvers y la tomó con el techo del banquillo. ¡Muy bonito!
Qué grande Andrea Pirlo y Lucio, jugadores de la Juventus, con sus disfraces molones en Halloween: uno va de el Joker de Batman y otro de Terminator. WIN!