Supongo que Ancelotti pensará: «Pa’ lo que me queda en el convento, me cago dentro». En momento en el que Ancelotti cambió su chicle por un piti en el Espanyol-Real Madrid, seguramente tras saber que el Barça ya iba ganando y se iba a proclamar campeón de Liga. So sorry, Ance.
Futbolistas sin pantalones, sin camiseta, palos de selfies, patadas al aire, chorros de agua… por poco esto acaba en Magaluf. Bueno, lo normal tras haber ganado un título de Liga tan reñido. ¡Enhorabuena!