Tiene que tener la boca llena de sapos y culebras para que el árbitro agreda a Tata Martino cuando éste solo ha utilizado palabras. Bien, bien, un piquito de oro.
El fútbol tiene sus momentos bonitos y este niño nos ha dado una lección a todos parando la pelea entre su entrenador y eñ árbitro. Eres un señor del fair play. Bravo por ti, chaval.
Queda raro que alguien que lleva una máscara (Fernando Torres) te diga a ti, que necesitas gafas. El mensaje era para Chris Foy, el colegiado del encuentro. Un poco bizarro todo.