La cara que se le queda a Zlatan Ibrahimovic después de que Aurelien Chedjou le haga semejante caño es de campeonato. No siempre se puede ser el puto amo, chaval. Lo sentimos.
La cara de tonto que se te queda cuando te hacen un caño es de campeonato. Este cañito bonito fue obra de Adam Maher, del AZ y se lo hizo a Joris Mathijsen, del Feyenoord.