Quién se iba a imaginar que este niño tan mono jugando en un campo de fútbol tierra iba a convertirse en un crack del fútbol mundial… pues sí. Este niño es Iniesta.
Si algo sabemos desde pequeños es que cualquier cosa puede ser una portería, desde una chancla, hasta una bolsa o cualquier palo. Los hay que son profesionales y deciden pintar el tronco con los colores del resto de la portería. Buen trabajo.