Las rayas de la camiseta del AC Milan se convierten en los barrotes de la cárcel después de que Berlusconi, su dueño, fuese condenado a 7 años de cárcel por prostitución de menores, entre otras cosas. Un angelico, vamos.
Ya decía yo, es muy muy parecida a la de Alemania de 1966. A esos diseñadores lo del estilo antiguo, o como dicen las chicas «vintage», se les está yendo de las manos.