Madre mía, qué pesadilla jugar al fútbol con esos balones de plástico que hasta estaban ahuevados. Solo cosyaban 100 pesetas pero no merecía la pena, ¡no la merecía!
No sabemos si son sus hijo, si son familiares, o si simplemente a David Luiz y Thiago Silva les han salido unas réplicas, unos mini-yo! Son tope de bonicos!
Comparte si tú también te enfrentaste a este tremendo problema de pequeño, más aun si eras el delgado pataslargas que se encargaba de meterse debajo del coche para sacar el balón. Contigo tío, siempre.