El portero polaco se para un penalti en Azerbaijan, lo empieza a celebrar como un loco y es tan penoso todo que le sacan tarjeta roja y a la calle. ¡Humildad!
Creía que ya lo había visto todo, pero una autofoto con el portero de tu equipo MIENTRAS SE JUEGA EL PARTIDO es demasiado para el cuerpo. Los grandes de la foto: aficionados del Portsmouth con su portero Sam Slocombe. Temendo.
El tema es que las patadas en el estómago de alguien que cuesta 100 mil millones de euros como que duelen más y hay que actuar en consecuencia. Nominado al Oscar, por si acaso.