Las rayas de la camiseta del AC Milan se convierten en los barrotes de la cárcel después de que Berlusconi, su dueño, fuese condenado a 7 años de cárcel por prostitución de menores, entre otras cosas. Un angelico, vamos.
Pues unos aficionados de México celebraron de esta forma tan curiosa su derrota ante Brasil, pegándose puñetazos a ellos mismos en la cara. ¿Es una clave cultural que no entiendo o simplemente una bizarrada WTF=?